Es una semilla de Mostaza,
la semilla más pequeña que existía en Israel.
Existen diferentes clases de árboles de mostaza en Israel y la semilla de mostaza era la más pequeña de todas las conocidas y de las que se utilizaban en ese momento.
En la Biblia, en Marcos 4:30-32 dice: También dijo Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo?
Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas, pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”.
Quiere decir que usted, que dice que tiene poca fe, tenga en cuenta lo que dice Jesús en la Biblia: "El Señor les contestó: -Si ustedes tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: “Arráncate de aquí y plántate en el mar”, y les haría caso". Lucas 17:6
¿Usted dice que no tiene fe? Lea lo que le contesta el Señor en Romanos 12:3: "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno".
Usted está dentro de ese "cada uno"; si Dios repartió una medida de fe a cada uno; usted tiene fe; solo tiene que ejercitarla.
¿Alguna vez fue al gimnasio? ¿Con sólo ingresar al gimnasio tuvo inmediatamente músculos? Creo que no...
Con la fe es igual; las pruebas, las enfermedades, las dificultades; son para usted como los aparatos que usa en un gimnasio; como las pesas...
La Biblia, que tiene todas las respuestas que usted necesite encontrar, dice también en Marcos 4:26-34: "En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre, siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”. Les dijo también: “¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”.
En la vida cristiana sucede igual si usted está atento; un problema difícil de resolver; para el que no encuentra una respuesta; solamente le resta orar; clamar a Dios y luego esperar que el Señor obre un milagro.
Ese episodio que parece ser algo malo para su vida; una vez que se resuelve por la mano sobrenatural de Jesús; usted se siente gozoso ¿y sabe para que le va a servir? Cuando pase por otra prueba, su fe habrá crecido y ya no se desesperará tanto; orará y esperará porque sabe ya que Dios escucha sus oraciones.
Pasa el tiempo; y como estamos en esta tierra e inevitablemente pasaremos por pruebas; pero esa semilla de mostaza que estaba dentro suyo; ya se estará convirtiendo en un hermoso y fuerte árbol; asi que le dirá a la prueba: No tengo temor, porque mi Dios es muy grande y me ama; Él tiene cuidado de mí; fuera en el nombre de Jesús.
La autoridad espiritual también ya la tiene; es de su propiedad; por lo tanto tómela en el nombre de Jesús y reprenda la enfermedad, la adversidad, la división en su familia y échela fuera en el poderoso Nombre de Jesús.
Recuerde también que si se cubre con la sangre de Jesucristo; estará resguardado de todo mal, porque si en oración se cubre; el enemigo huye; porque sabe que por medio de la sangre preciosa derramada en la cruz del Calvario por Jesús, él fue vencido y no puede tolerar que se la mencione.
Si un policía que tiene autoridad delegada, actúa frente a la delincuencia ¿Cuánto más usted que adquirió la autoridad que Dios le dio y puede usarla cuando la necesite?
Despertemos, el enemigo está vencido; que la autoridad espiritual crezca en su vida y que esa semilla de fe que Dios puso en usted y en mí; se convertirá en un gran árbol, como leímos en la Palabra de Dios: "... una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”.
No diga más que no tiene fe,
solamente ejercítela y confíe siempre en Jesús.
Dios le bendiga
Susana Goglián
"YO ME RINDO A ÉL" "CUÁN GRANDE ES ÉL"
Blest
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